¿Sabías que los intermitentes son uno de los elementos más ignorados por cualquier conductor… y a la vez uno de los más importantes? Y no hablamos solo de seguridad, sino también de normativa. Da igual si llevas 3 meses con el carnet A2 o 20 años encima de una trail: usar mal los intermitentes te puede costar una multa, un susto o algo mucho peor.
Este artículo es para ti, motorista principiante, que estás empezando a moverte por la jungla del asfalto. Pero también va con dardo para los veteranos que dan por hecho que «todo el mundo ve lo que voy a hacer». Porque no, no lo ven.
¿Qué dice la normativa sobre el uso de intermitentes?
Aquí no hay lugar a interpretaciones: el uso de los intermitentes está regulado por el Reglamento General de Circulación (Real Decreto 1428/2003). En concreto, el artículo 109.1 lo deja bastante claro:
Artículo 109.1: «Todo conductor que pretenda realizar cualquier maniobra que implique un desplazamiento lateral o longitudinal con respecto a su posición inicial deberá advertirlo previamente a los demás usuarios de la vía mediante el uso de las señales ópticas correspondientes, especialmente los indicadores de dirección (intermitentes), y, en su defecto, mediante señales con el brazo.»
Es decir, tienes la obligación de señalizar con antelación cualquier cambio de carril, giro o desplazamiento. No importa si estás solo en la carretera o si crees que “no hay nadie cerca”. La ley no dice «usa el intermitente si hay alguien que te pueda ver». Dice que hay que usarlo siempre que hagas una maniobra.
¿Cómo deben ser los intermitentes según la normativa española?
Aunque a veces parezca que los fabricantes ponen los intermitentes “donde caben”, lo cierto es que están bastante regulados. La normativa española —en línea con el Reglamento General de Vehículos y las directivas europeas— establece cómo deben estar diseñados y colocados los intermitentes en las motos. Vamos, que no es al gusto del diseñador de turno.
Posición y visibilidad obligatoria
Los intermitentes deben colocarse de forma que sean perfectamente visibles tanto desde delante como desde detrás y desde los laterales. Esto significa:
- Delanteros: deben estar a una altura entre 350 mm y 1200 mm del suelo, y separados al menos 240 mm entre sí.
- Traseros: deben tener una separación mínima de 180 mm y seguir el mismo rango de altura.
- En muchos modelos, también se integran en los retrovisores o en los extremos del manillar, algo permitido siempre que cumplan con las exigencias de visibilidad y resistencia.
Además, es obligatorio que funcionen de forma intermitente (obvio, ¿no?) y que el testigo en el cuadro de instrumentos indique claramente si están activados.
Color y frecuencia de destello
Los intermitentes deben ser de color ámbar, sin excepciones, y deben emitir entre 60 y 120 destellos por minuto. Si parpadean demasiado lento o muy rápido (como suele pasar cuando se funde una bombilla o se cambia por un LED sin resistencia), eso puede suponer un problema en la ITV.
Homologación y marcado
Todos los intermitentes —de fábrica o accesorios— deben estar homologados. Se identifican con una “E” dentro de un círculo seguida de un número, que indica el país donde se ha homologado. Si instalas unos intermitentes sin ese marcado, puedes tener problemas al pasar la ITV o incluso ser multado en un control.
¿Cuándo hay que usar los intermitentes en moto?
Parece una tontería, pero muchos motoristas no lo tienen claro del todo. Te lo dejo en lista rápida para que no haya excusas:
- Para adelantar (incluso en autopista, aunque sea evidente).
- Para cambiar de carril, tanto en ciudad como en carretera.
- Para entrar o salir de una rotonda.
- Para girar en una intersección.
- Para incorporarte a una vía desde un acceso o un arcén.
- Para estacionar o detenerte en el arcén.
- Para salir de un estacionamiento.
Y ojo: debes señalizar con tiempo suficiente, no cuando ya estás haciendo la maniobra. Según la ley, la señal debe mantenerse desde que se inicia la maniobra hasta que se completa, y apagarla justo después.
Errores comunes al usar los intermitentes en moto
Aquí va el tirón de orejas, con cariño:
- Activar el intermitente y no hacer la maniobra: Esto confunde y puede provocar reacciones peligrosas de otros conductores.
- No apagarlo después de girar: Muy común en motos sin cancelación automática. El que viene detrás piensa que vas a girar de nuevo.
- No usarlo para adelantar ciclistas: También hay que señalizar el adelantamiento.
- Indicar solo al salir de la rotonda: Muchos no lo ponen al entrar y eso puede causar más de un susto.
- No usarlo en glorietas pequeñas o en ciudad: Por costumbre o vagancia. Y eso se contagia.
¿Qué multa te pueden poner si no usas bien los intermitentes?
Además del riesgo de accidente, que es lo más grave, la no utilización o mal uso de los intermitentes está sancionado.
Según la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, se considera una infracción leve o grave según el contexto. La multa habitual por no usar los intermitentes correctamente es de 200 euros. Y aunque no conlleva retirada de puntos, si lo haces de forma reincidente puede ser considerado conducción negligente.
Y no lo olvides: si no señalizas y provocas un accidente, puede considerarse responsabilidad tuya aunque el otro vehículo esté implicado y sea el principal culpable.
El caso en el que el intermitente sí te da prioridad
Vale, lo normal es que poner el intermitente no te dé ningún tipo de preferencia. Lo hemos dicho ya: no es una señal mágica que obliga a los demás a apartarse. Pero… hay una excepción, y muy poca gente la conoce. Y sí, esta vez la ley está de tu parte.
Vamos por partes.
Mucha gente va por ahí pensando que con poner el intermitente ya tienen barra libre para meterse donde quieran. Y eso es un error. Pero también están los otros: los que ni lo ponen, los que creen que “no hace falta porque ya se ve lo que voy a hacer”. Spoiler: no se ve. Y no, no tienes preferencia solo por encender el intermitente. Salvo en un caso muy concreto.
Cuando el que va delante lo pone antes que tú
Este es el único momento en el que el intermitente sí confiere prioridad, y está recogido en la normativa española:
Si dos vehículos que circulan por el mismo carril quieren adelantar al mismo tiempo, el que primero haya señalizado su intención (es decir, el que ha puesto antes el intermitente) tiene prioridad.
Y esto aplica especialmente al que va delante.
Imagina esta escena:
- Tú vas por una nacional, tranquilo, y delante tienes a otro vehículo (moto o coche).
- Ambos queréis adelantar al de delante.
- Si el primero en señalizar (poner el intermitente izquierdo) es el vehículo que va delante, tiene prioridad para invadir el carril izquierdo y adelantar.
- El que va detrás, aunque ya haya acelerado, debe cederle ese paso si aún no ha iniciado la maniobra.
Es decir: si eres tú el que va detrás, y el de delante ha puesto el intermitente antes que tú para adelantar, tienes que esperar. Y si eres tú el que va delante y señalizas primero, la maniobra es tuya por derecho.
Esto no me lo invento yo, la DGT y la normativa lo avalan. No es solo sentido común; está regulado.
El intermitente es tu lenguaje
Una moto no tiene carrocería, ni interfono con los coches, ni ojos por detrás. Tu lenguaje con el resto del tráfico son tus gestos y señales. Y el más directo y fácil de usar es el intermitente.
Usarlo bien no es solo cumplir la ley, es ser cortés con los demás usuarios de la vía. Es ser predecible, respetuoso y seguro. Es una forma de decir: «¡Eh, compi!, voy a hacer esto, que lo sepas«.
En resumen (y con cariño para los motoristas)
El intermitente se usa siempre que vayas a cambiar de posición en la vía, aunque no veas a nadie.
- No da preferencia: sólo informa.
- No usarlo o usarlo mal te puede costar 200 € y un disgusto.
- Muchos accidentes (y roces innecesarios) se evitarían solo con señalizar bien.
- Es tu deber como motorista, pero también un acto de cortesía hacia los demás.
