¿Cuál es el origen y qué significa la expresión «que no te vendan la moto»?

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¿Te suena eso de «que no te vendan la moto»? Pues ojo… porque te la están intentando colar pero bien.

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Seguro que lo has escuchado en la calle, en el curro o incluso en casa: “Bah, no le hagas caso, ese te quiere vender la moto”. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar de dónde viene esta frase? ¿Por qué justo una moto, y no una bici o una aspiradora?

Hoy vamos a explicar el origen de esta expresión tan nuestra, tan española y tan presente en la vida diaria. Y lo vamos a hacer al estilo motero: directo, con humor y sin pelos en la lengua.

¿Qué significa exactamente “que no te vendan la moto”?

La frase “que no te vendan la moto” se usa para advertir de que alguien intenta convencerte de algo que no es tan bueno como lo pintan, o directamente de algo que es un timo.

Vamos, que si un colega aparece diciendo que su scooter 125 corre más que una R1… probablemente te está vendiendo la moto. Y no solo la moto: también el humo, el casco y la chaqueta de cuero falsa.

Es una forma coloquial de decir:
“Ojo, que te están engañando con palabras bonitas”,
“No te creas todo lo que te cuentan”,
“No piques, que eso no cuela”.

¿De dónde viene esta expresión?

Aunque no hay una fuente única y confirmada, hay varias teorías interesantes. Lo bueno es que todas tienen ese sabor callejero que mola.

1. La venta de motos usadas en los 70-80

En los años 70 y 80, en España, el mercado de segunda mano estaba lleno de vendedores que querían colocar motos “reventadas” como si fueran joyas. Tapaban fallos, maquillaban el motor, le daban cera a las piezas oxidadas… y te decían que estabas comprando un pepino por cuatro duros.

Resultado: muchos acababan comprando auténticas trampas rodantes pensando que se llevaban una ganga. Así nació esa idea de que «te han vendido la moto» = te han engañado con una historia bonita.

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2. El lenguaje publicitario de los 90

Otra teoría apunta a los anuncios publicitarios. Las motos empezaron a aparecer como símbolo de libertad, rebeldía y aventura… aunque lo que te estaban vendiendo era un ciclomotor de 49cc que apenas subía cuestas. Así, la gente empezó a usar la frase de forma irónica: «me están vendiendo la moto», es decir, me están pintando una película que no se parece a la realidad.

3. ¿También se usa en Latinoamérica?

Aunque la expresión “que no te vendan la moto” es muy española, su espíritu cruzó el charco con facilidad. En muchos países latinoamericanos se usan frases similares como “vender humo”, “echar cuento” o “dorar la píldora”, todas con el mismo objetivo: avisar de que alguien intenta colarte una historia bonita… pero vacía. Aunque la moto no sea la protagonista en esas versiones, el concepto es el mismo: cuidado con los que hablan mucho y prometen más de la cuenta. Al final, todo forma parte de la picaresca que tanto nos avisaba El Lazarillo de Tormes, que adapta el lenguaje con un toque local pero una picardía universal.

¿Por qué sigue tan viva esta expresión?

Porque funciona. Porque todos, alguna vez, hemos sentido que nos estaban intentando colar algo. Y la moto, en este caso, simboliza ese “algo” que parece emocionante, pero que al final es solo una trampa con ruedas.

Además, la expresión tiene fuerza visual. No es lo mismo decir “me están engañando” que decir “me están vendiendo la moto”. Lo segundo tiene humor, sarcasmo, ironía… y eso engancha, aunque nos deje a los motoristas un poco mal parados.

Ejemplos de situaciones de “vender la moto”

Aquí van unas cuantas situaciones actuales donde seguro la frase te viene de lujo:

  • El anuncio de una moto china que promete ser igual que una BMW por 1.500 €.
  • Un vendedor que te dice que ese casco de 50 € “es igualito que un Shoei”.
  • Tu colega que asegura que “la ITV no importa si la moto va bien” (spoiler: la ITV importa y mucho).
  • Esas ofertas de webs que parecen demasiado buenas para ser verdad… y no lo son para nada.

Vamos, que tenemos que tener cuidado de las “personas que generan humo”.

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La moto como símbolo del discurso vacío

Hay quien ha analizado esta expresión desde la filosofía del lenguaje. Sí, sí, en serio. Para muchos, la moto representa una promesa exagerada, una imagen idealizada. Y es que cuando alguien te la “vende”, lo hace con discurso seductor, con storytelling, con palabrería… ¡Puro charlatán malicioso!

Por eso, la frase se ha vuelto tan útil en política, marketing, redes sociales o incluso en relaciones personales. Si alguien habla mucho pero no dice nada, lo estás pillando: te quiere vender la moto.

Aprende a reconocer las «motos falsas»

La próxima vez que oigas a alguien soltar una historia demasiado perfecta, pon el intermitente del sentido común. La expresión “que no te vendan la moto” es más actual que nunca.

Y lo mejor: sigue funcionando como un aviso entre colegas. Entre moteros. Porque en el fondo, este mundo está lleno de pasión, pero también de vendedores con mucha labia.

Así que ya sabes: casco bien abrochado… y que no te vendan la moto, compi.

Alberto Sánchez
Alberto Sánchezhttps://masmoto.es
Motorista los 365 días del año, llueva, nieve o haga sol. Obsesionado con la Seguridad en Moto y un apasionado de las motos Naked y Trail. ¿Me acompañas en este viaje?

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