Si buscas una ruta en moto espectacular, con curvas, paisajes de infarto y carreteras que parecen diseñadas para disfrutar sobre dos ruedas, el Valle del Jerte te espera con los brazos abiertos. Esta ruta circular te llevará por algunos de los rincones más impresionantes de la zona, con paradas en miradores de vértigo, fuentes escondidas y carreteras que serpentean entre montañas. ¿Preparado para disfrutar de esta joya motera?
Punto de partida: Jaraíz de la Vera
Arrancamos motores en Jaraíz de la Vera, un pueblo con mucho encanto que bien merece una visita antes de empezar la ruta. Si tienes tiempo, date un paseo por su casco antiguo y no te vayas sin probar las migas extremeñas o el famoso pimentón de la Vera. Ahora sí, casco puesto y ¡a rodar!
Fuente Cabrero (26.3 km) – Un rincón para refrescarse
El primer tramo de la ruta nos lleva hasta la Fuente Cabrero. Aquí ya empiezas a notar que estás en un entorno privilegiado, rodeado de naturaleza y con un ambiente que invita a la desconexión. Es un buen lugar para hacer una breve parada, estirar las piernas y llenar la cantimplora con agua fresquita antes de seguir el camino.
Roble del Romanejo (50.2 km) – Un gigante de la naturaleza
Siguiendo por carreteras secundarias y disfrutando de cada curva, llegamos al Roble del Romanejo, un árbol con más de 500 años de historia. Su sombra es ideal para hacer una pequeña pausa y sentir la magia de la naturaleza extremeña. Además, las vistas desde aquí ya empiezan a dar pistas de lo que nos espera en el resto del recorrido.
Ermita de San Antonio (53.6 km) – Un remanso de paz
Apenas unos kilómetros más adelante nos encontramos con la Ermita de San Antonio, un pequeño templo con mucha historia. No es una parada larga, pero su ubicación en plena naturaleza y la tranquilidad del lugar hacen que merezca la pena detenerse unos minutos.
Mirador El Canchal de la Cigüeña (77.1 km) – Vistas de infarto
Si te gustan los miradores, este te va a encantar. Desde aquí se obtienen unas vistas impresionantes del Valle del Jerte, con sus montañas y campos de cerezos extendiéndose hasta donde alcanza la vista. Si te toca la época de floración, prepárate para un espectáculo visual difícil de olvidar. Foto obligatoria para Instagram.
Fuente de San Andrés (88.1 km) – Un alto en el camino
El siguiente punto en la ruta es la Fuente de San Andrés, otro lugar perfecto para hacer un descanso y rehidratarse. A estas alturas del viaje, seguro que ya has notado lo especial que es esta ruta, con su combinación de curvas y paisajes espectaculares.
Puerto de Honduras (100.2 km) – La joya de la corona
Si hay un tramo que todo motero disfruta, es el Puerto de Honduras. Subir por esta carretera es toda una experiencia: curvas cerradas, asfalto en buen estado y unas vistas panorámicas que hacen que cada metro valga la pena. Disfruta cada giro, pero sin descuidar la seguridad.
Iglesia de San Miguel (118.9 km) – Historia en el corazón del Valle
Tras el subidón del Puerto de Honduras, llegamos a la Iglesia de San Miguel en Plasencia. Este es un buen punto para relajarse un poco, estirar las piernas y admirar la arquitectura de este templo con siglos de historia. Plasencia en sí es una ciudad con mucho encanto, así que si te apetece, tómate tu tiempo para explorarla un poco más.
Puente Del Caozo (129.9 km) – Belleza natural
Siguiendo la ruta, nos encontramos con el Puente Del Caozo, otro de esos rincones que parecen sacados de un cuento. Este puente de piedra cruza un pequeño río y está rodeado de vegetación. Un buen lugar para hacer una pausa antes de seguir subiendo por la sierra.
Mirador De Piornal (136.9 km) – El pueblo más alto de Extremadura
Ahora sí, llegamos al Mirador de Piornal, en el pueblo más alto de Extremadura. Desde aquí las vistas son simplemente espectaculares. Si el día está despejado, puedes ver kilómetros y kilómetros de montañas y valles. Además, si necesitas reponer fuerzas, Piornal es un buen sitio para hacerlo.
Puerto Piornal (140.6 km) – Más curvas y más diversión
Seguimos subiendo hasta el Puerto Piornal, una carretera que los moteros suelen disfrutar muchísimo. Aquí el asfalto es bueno y las curvas son de esas que se disfrutan sin prisas, saboreando cada trazada. No tengas prisa, esta es una de esas carreteras que se disfrutan con calma.
Mirador de la Serrana (154.6 km) – Naturaleza en estado puro
Antes de llegar al final del recorrido, hacemos una última parada en el Mirador de la Serrana. Desde aquí puedes ver una panorámica increíble del Valle del Jerte, con sus montañas, bosques y carreteras serpenteantes. Otro punto perfecto para hacer una foto y guardar un recuerdo de esta aventura.
Monumento Carlos V (161.3 km) – Final de ruta con historia
Para cerrar la ruta, llegamos al Monumento a Carlos V, un homenaje al emperador que pasó por estas tierras en su último viaje. Este es un buen sitio para descansar un poco, reflexionar sobre la ruta y, por qué no, empezar a planear la siguiente aventura.
Una ruta que lo tiene todo
Si te gustan las rutas en moto con paisajes impresionantes, carreteras con curvas y paradas interesantes, esta ruta circular por el Valle del Jerte tiene que estar en tu lista. Son más de 160 km de puro placer motero, pasando por miradores, fuentes, puertos de montaña y pueblos con encanto.
Así que ya sabes, ajusta los guantes, llena el depósito y prepárate para una ruta inolvidable. ¡Nos vemos en la carretera!