¿Es legal transportar animales en la moto en España?
Antes de nada, conviene remarcar que este tema es una auténtica incógnita, ya que la ley no prohíbe el transporte de animales en moto y tampoco establece ninguna limitación. Existe, por lo tanto, un vacío legal ya que la ley dictamina:
“El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos”
Tampoco se entiende que haya multitud de normas para el trasporte de perros en coche (con reja de separación y atados al asiento) y en motos no haya ninguna norma específica que lo regule. De este modo, hay un poco de «carta blanca» respecto al sistema de transporte que utilicemos, siempre y cuando nuestra mascota no sobresalga por los laterales de la moto. En el mercado hay varios sistemas para el transporte de mascotas, unos homologados y otros no, por lo que es difícil saber si nos multarán o no en caso de que nos paren.
Formas de transportar a nuestros peludos en la moto
Lógicamente, otra limitación añadida es el tamaño y peso del perro, puesto que no es lo mismo un caniche de 4 kilos que un Pitbull de 25 kg. La opción que parece más segura tanto para el conductor como para el animal es la bolsa de sobredepósito, que queda perfectamente agarrada a la moto y permite gran libertad de movimiento del motorista sin estorbos. El problema, es que estas bolsas están indicadas para animales con un peso inferior a los 8 kilogramos, por lo que no resultan adecuadas para los canes de gran envergadura.
Otra forma de transporte muy común es el peto, para llevar a nuestro perro en el pecho como si fuera un bebé. Otra vez quedan excluidos los perros grandes, ya que además de resultar muy difícil llevar tanto peso, resultaría imposible ubicar en el depósito a nuestro perro grande.
¿Qué hacemos con perros grandes?
Para el transporte de perros de gran envergadura quedan dos opciones, o bien añadir un sidecar y llamar al encantador de perros para que se meta dentro y no se mueva durante todo el trayecto (convendría ponerle gafas también para los insectos) o bien llevarlo en la espalda metido en una mochila. En el caso de que elijamos esta última opción, no cargaríamos sobre nuestra espalda el peso del perro, ya que apoyaría sobre el asiento del pasajero.
Sin embargo, sí que hay que tener al animal acostumbrado, ya que si se pone nervioso y comienza a moverse y a patalear puede desestabilizarnos. Por supuesto, practicaríamos una conducción tranquila y sosegada sin tumbarnos en las curvas y haríamos unos desplazamientos lo más cortos posibles.
En definitiva, ¿es lógico transportar animales en nuestras motos?
También habría que ponerse en la piel del perro, ya que si desgraciadamente tenemos una caída, sufrirá gravísimos daños y quemaduras, en parte porque tampoco es obligatorio que lleve casco. En definitiva, es el motorista el que decide cómo transportar a su mascota, pero sería interesante detenernos unos minutos y pensar en la seguridad del animal, sobre todo si es un perro grande. Para transportar a otras mascotas más pequeñas, es más fácil.