Si te estás planteando comprar tu primera moto y no te llega para una nueva, quizás estos consejos para comprar una moto de segunda mano te vengan bien, que no te «vendan la moto«.
Tendrás que armarte de paciencia. Te tienes que enamorar de tu moto. Pero, además, que no te engañen y revisa estos puntos que te indicamos en Masmoto.es para que te lleves una buena joyita y no un susto cuando la hayas pagado.
7 razones por las que deberías comprarte una moto
Puntos a revisar de una moto de segunda mano
Arañazos
Lo primero que debemos hacer es buscar arañazos en el carenado, estriberas, contrapesos del manillar y manetas o fijarnos bien si han sido sustituidos por unos nuevos.
Si la moto es carenada, hay que comprobar que los plásticos o fibras del carenado encajen bien y que los tornillos no bailan.
Si la moto presenta pequeñas marcas sin arrastón es posible que se le haya caído por pérdida de equilibrio en parado, suele pasar y no tiene porqué ser grave.
Neumáticos
Nunca deben ser de distinta marca el delantero y trasero y si son de distinta dureza deberá ser más blando el delantero.
Fijaos bien en la forma en la que se está desgastando el neumático:
- Si apreciamos que el neumático está en forma de «V» significa que la moto ha rodado principalmente en carretera de curvas a buen ritmo.
- Si el neumético tiene forma cuadrada es que la moto se ha utilizado por ciudad, viajes por carreteras amplias o que el anterior dueño iba «como una vela» encima de la moto.
No digamos, que si vemos los alambres en alguno de los neumáticos, tendremos que cambiarlo inmediatamente después de comprar la moto.
Frenos
Hay que revisar el grosor de las pastillas de freno. Que los discos no tengan golpes producidos por el antirrobo, ni estén alabeados y tocar con el dedo (con la moto fría) la superficie del disco para comprobar que no tienen escalones notables.
Si el escalón se ve a simple vista, el disco estará para cambiarlo.
Suspensiones
Tenéis que fijaros en las barras de la horquilla delantera, que no exista ninguna marca de aceite ni picotazos de piedras que pueda provocar futuras pérdidas o el deterioro de los retenes.
Esto es importante, ya que una horquilla nueva puede costarnos más que la moto nueva.
Para comprobarlo: empuja la moto y frena para que se hunda la horquilla delantera y comprobar que la recuperación es suave y uniforme. Tocar los brazos de la horquilla y del amortiguador trasero para verificar que están secos, no debe haber restos de aceite.
Transmisión
Comprobad los dientes de la corona en la rueda trasera para ver que no estén desgastados ni rotos y que el tensor de la cadena no está a tope, síntoma de que tendríamos que cambiar el kit de trasmisión y gastarnos un extra en nuestra recién adquirida moto.
Dirección
El manillar debe de moverse con suavidad, sin holguras y debes comprobar que tenga el mismo giro a izquierda que a derecha. Para ello, podemos girarlo a tope a uno de los lados y comprobar con la mano la distancia al depósito, repitiendo la operación en el lado contrario, debiendo guardar la misma distancia a ambos lados.
Fugas
El motor no debe tener fugas. Comprobad que no haya restos de grasa con aspecto líquido y, sobre todo, en los rincones que no se puedan limpiar.
Si el motor está demasiado limpio examinarlo muy bien, ya que no es muy normal. Si es necesario, toca las juntas con las yemas de los dedos en busca de fugas de aceite.
Sistema eléctrico de la moto
Comprueba la luz de cruce, posición y largas. Que la luz de freno se activa con la maneta y con la palanca. Que funciona la luz de matrícula, los intermitentes y los warning (si los lleva).
También, revisad visualmente si el cableado está deteriorado y tocad la bocina.
Maneta de embrague
Comprimir la maneta del embrague, no debe estar especialmente dura. Si es así, habrá que cambiar camisa y cable.
El cable no debe estar completamente tenso, siempre tiene que haber un holgura de 1 a 2 mm.
Arranca la moto y obsérvala
¡Atención! Debemos exigir al vendedor que no arranque la moto antes de que lleguemos.
Si la moto es de inyección y tetracilíndrica, debería arrancar sólo con coger la maneta de embrague y tocar el botón de arranque. Sin embargo, si le cuesta mucho arrancar, puede que la batería o la bujía estén en las últimas.
Si es una moto de carburación puede necesitar tirar del starter y un pequeño golpe de acelerador.
Déjala al ralentí observando que éste sea suave y constante; y fíjate que no sale humo blanco o gris durante mucho tiempo, sería síntoma de que quema aceite.
Pon la mano o un papel en la punta del escape para comprobar si es aceite o sólo vapor.
Si quema aceite no la compres a no ser que te guste mirar los niveles todos los días y tengas una mochila que entre una garrafa de 5 litros de aceite 🤣.
Para terminar, otros puntos a revisar
- Desgaste de la cúpula si la lleva. Si ha perdido la transparencia y se ha vuelto por algunos lados opaca.
- Que el clausor (donde se meten las llaves) no tenga un desgaste excesivo si la moto tienen pocos kilómetros. Es un indicador de que nos están engañando.
- El estado del sillín, que sea adecuado.
- El desgaste de las gomas de las estriberas.
- El rallado en las llantas por diferentes cambios de neumáticos.
Pruébala o que la prueben por ti
Nuestra obligación es pedirle al vendedor que nos deje dar una vuelta con la moto, para comprobar que todo está en su sitio, la moto no tiene ruidos raros, vibraciones, frena en condiciones, sube bien de vueltas,… etcétera.
Pero no siempre es posible, porque la moto ya no tiene seguro, no tenga batería o el vendedor no le dé la gana. En este punto, tú decides si con lo que has visto hasta aquí te la llevas.
Pero, si te deja probarla, llévala por carretera y acelera hasta más o menos unos 100 km/h. Suelta el acelerador y el manillar. Si el manillar retiembla, puede que la moto haya tenido un buen golpe o que hay perdido el plomo del neumático del equilibrado. Si no estás seguro, llévala a un taller o llévate a un colega mecánico, que seguro que por un precio razonable te quita de dudas.
Continuando en marcha, comprobaremos lo siguiente:
- Que la moto frena bien.
- Que cuando frenas, no retiembla.
- Que el embrague no patine.
- Que la moto no se ahogue al acelerar en revoluciones bajas.
Si alguno de estos puntos no lo pasa, pensaos muy bien si comprar la moto, porque tendrá un buen suplemento en el precio y un tiempo en el taller.
Conclusiones
Que no te vendan gato por liebre y comprueba siempre que tu futura moto esté en perfectas condiciones.
La frase «venderte la moto» no se creó de casualidad. Piensa siempre en lo peor cuando veas que alguno de los puntos anteriores lo han intentado esconder o camuflar.
Y, si después de todo esto compruebas que tu nueva moto está en perfecto estado, ¡disfrútala al máximo y nos vemos en la carretera! ✌️