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Motoristas veteranos: cómo influye la edad en la seguridad sobre dos ruedas

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La pasión por las motos no entiende de edades, pero el cuerpo sí. Con los años cambian los reflejos, la fuerza y la forma de percibir la carretera, y eso puede influir en la seguridad sobre dos ruedas.

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En España, más del 35 % de los motoristas fallecidos en 2023 tenían más de 45 años, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico. La edad media de los motoristas implicados en accidentes graves ha aumentado en la última década, y hoy el perfil del motorista español es cada vez más veterano.

Este artículo aborda cómo afectan los años a la conducción, qué precauciones conviene adoptar y cómo seguir disfrutando de la moto con seguridad a los 50, 60, 70 años o más.

Más experiencia, menos reflejos: cómo compensar el paso del tiempo en la moto

La experiencia es un grado, pero los reflejos no lo son. Con el paso del tiempo disminuye la velocidad de reacción, la visión periférica se reduce, nuestra visión nocturna empeora y el equilibrio requiere cada vez más atención. Los músculos pierden elasticidad, las articulaciones se vuelven más rígidas y el oído puede tardar más en detectar la cercanía de un coche o el ruido de una sirena. Todo esto influye en maniobras críticas: frenar con precisión, corregir una trayectoria o reaccionar ante un imprevisto.

Compensar estos cambios no implica renunciar a la moto, sino adaptarse. Optar por una moto con ayudas electrónicas como ABS, control de tracción, BSD (Detección de Ángulo Muerto) o los modos de conducción de las motos más modernas, mejora la seguridad, sobre todo en superficies de agarre variable.

La ergonomía también cuenta: un asiento más bajo o manillares algo más elevados reducen la fatiga y facilitan el control a baja velocidad. En el equipamiento conviene priorizar la comodidad sin perder protección: un casco ligero, guantes con buen tacto y protecciones flexibles ayudan a mantener la confianza y el confort.

La conducción preventiva se vuelve clave: anticipar, mirar lejos, suavizar aceleraciones y frenar con más margen son hábitos que compensan la pérdida natural de reflejos.

Conducir moto después de los 50: consejos para mantener la seguridad y la salud

A partir de los 50, muchos motoristas viven su mejor momento: tienen experiencia, estabilidad económica y tiempo para disfrutar de rutas largas. Sin embargo, también es una etapa en la que se subestiman las primeras señales de fatiga o los pequeños achaques. Dormir menos horas, llevar una vida laboral intensa o mantener posturas prolongadas sobre la moto pueden pasar factura.

Realizar revisiones médicas anuales, especialmente de visión y tensión arterial, ayuda a prevenir sustos. También conviene cuidar la forma física, sobre todo la fuerza del tronco y la flexibilidad cervical y lumbar. La fatiga acumulada puede hacer que una curva o una frenada se afronten con menos precisión de la deseada.

A esta edad es preferible no abusar de motos pesadas o demasiado potentes si no se usan con frecuencia. Un casco con buena insonorización reduce el cansancio auditivo, y mantener los neumáticos y suspensiones en perfecto estado evita sustos en carretera. La confianza no debe convertirse en rutina: la pericia no elimina los límites físicos.

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Motoristas de más de 60: más sabiduría, menos fuerza

A partir de los 60 años, los cambios físicos se aceleran y la prudencia debe imponerse sobre la emoción. La experiencia acumulada es un tesoro, pero solo resulta útil si se combina con la humildad de reconocer las propias limitaciones.

Los datos confirman este riesgo: los motoristas de más de 60 años tienen más probabilidades de sufrir lesiones graves en caso de accidente y una recuperación más lenta. Según un estudio de la DGT y la Fundación Española para la Seguridad Vial, los mayores de 55 años presentan mayor tasa de traumatismos torácicos y hospitalizaciones prolongadas tras siniestros en moto.

La planificación de las rutas adquiere especial importancia. Conviene estudiar el recorrido antes de salir, identificar puntos de descanso y evitar tramos con mucho tráfico o maniobras complejas. Los viajes largos deben incluir paradas frecuentes. La fatiga mental aparece antes y afecta directamente a la capacidad de reacción. Parar cada hora u hora y media, estirar las piernas, hidratarse y descansar unos minutos puede marcar la diferencia entre llegar bien o sufrir un percance.

Por todo esto, conviene ajustar la conducción. Es mejor elegir rutas diurnas, evitar el tráfico denso o las horas de poca luz, y no forzarse en trayectos muy largos sin descanso. Revisar la medicación es esencial: algunos fármacos provocan somnolencia o mareos, y combinarlos con la conducción puede ser peligroso.

Invertir en un buen casco integral, chaqueta con protecciones certificadas, pantalones resistentes, guantes homologados y botas adecuadas no es un capricho, sino una necesidad.

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En esta etapa, cambiar de tipo de moto no significa perder libertad, sino ganar en seguridad. Muchos motoristas veteranos optan por modelos Trail o Touring más cómodos y con modos de conducción asistidos.

Superar los 70 sobre dos ruedas: pasión, prudencia y autocontrol

Seguir montando en moto a los 70 o más es posible, pero exige autoconocimiento y una dosis extra de prudencia. La agilidad, el equilibrio y la fuerza muscular ya no son los mismos, y eso obliga a ajustar expectativas. Reconocer los límites físicos no es rendirse: es aplicar la experiencia a favor de la seguridad.

A estas edades conviene optar por motos más ligeras, de manejo sencillo, como scooters automáticos o modelos de turismo cómodos, con asiento bajo y buena frenada. Las adaptaciones ergonómicas —manetas y reposapiés ajustables, respaldo, parabrisas alto— marcan la diferencia en el confort y la estabilidad.

También existen cursos de conducción segura para motoristas senior organizados por escuelas y clubes, donde se trabajan maniobras a baja velocidad, técnicas de equilibrio y gestión de riesgos.

En cuanto al equipamiento, los chalecos airbag, cada vez más asequibles y eficaces, son una inversión que puede salvar la vida o evitar lesiones graves en el tórax, una de las zonas más vulnerables en motoristas mayores. Combinado con un casco con buena visibilidad y protecciones blandas en articulaciones, reduce notablemente la gravedad de las lesiones. La visibilidad activa es otro factor clave: colores vivos, prendas reflectantes y luces LED auxiliares ayudan a que el motorista veterano siga siendo visible de día y de noche.

La renovación del permiso de conducir también juega un papel importante. En España, a partir de los 65 años, el permiso de conducción debe renovarse cada cinco años. Actualmente se debate la posibilidad de reducir este plazo a dos años para los mayores de 70. Aunque estas medidas generan controversia, su objetivo es garantizar que todos los conductores mantengan las capacidades mínimas necesarias para circular con seguridad.

La edad del motorista sí importa: claves para seguir conduciendo con seguridad

A cualquier edad, la salud es la mejor aliada del motorista. Pero a partir de los 50, las revisiones médicas regulares deben ser una rutina: visión, audición, reflejos, tensión arterial y glucosa. Mantener un peso saludable ayuda a no sobrecargar rodillas ni espalda, y una buena hidratación evita mareos y calambres en ruta.

El entrenamiento físico también debe adaptarse. Ejercicios de equilibrio, fortalecimiento del abdomen y la zona lumbar, estiramientos de cuello y caderas o actividades como la natación y el yoga mejoran la estabilidad sobre la moto y reducen la fatiga.

El factor mental cuenta tanto como el físico: planificar la ruta, descansar lo suficiente, no conducir con prisas y mantener la calma ante el tráfico son hábitos que salvan vidas.

La experiencia no se pierde con los años, pero necesita ser reinterpretada. La velocidad deja de ser una prueba y pasa a ser una elección consciente. Ajustar las expectativas, reconocer los límites y disfrutar de la conducción desde la madurez es, en sí mismo, un acto de responsabilidad y amor por nuestra pasión, la moto.

Consejos finales para conducir tu moto, veterano

  • Hazte revisiones médicas anuales, con especial atención a la vista y el oído. No esperes a la renovación del carné.
  • Mantén una buena condición física. El ejercicio periódico mejora la fuerza, la flexibilidad y los reflejos.
  • Elige una moto adecuada a tu edad y condición física. El peso, la altura del asiento y la ergonomía son factores clave.
  • Invierte en equipamiento de protección de calidad. Casco integral, chaqueta con protecciones, guantes, pantalones y botas homologadas. Considera un chaleco airbag.
  • Planifica tus rutas. Evita improvisaciones, estudia el recorrido y establece paradas frecuentes.
  • Conduce de día y con buen tiempo. Evita la noche, la lluvia, la niebla y las condiciones adversas.
  • Reduce la velocidad y aumenta las distancias de seguridad. La prudencia no es cobardía, es inteligencia.
  • Evita el tráfico denso y las horas punta. Busca carreteras tranquilas y momentos de menor densidad.
  • No conduzcas si te sientes cansado, enfermo o bajo los efectos de medicamentos. Tu vida y la de los demás dependen de tu lucidez.
  • Sé honesto contigo mismo. Si notas que tu capacidad disminuye, reduce la exposición o plantéate alternativas. No hay vergüenza en reconocer los límites.

La pasión no tiene edad, pero tu seguridad tampoco debe tenerla

La moto puede acompañarte toda la vida, pero la forma de disfrutarla debe evolucionar con nosotros. La experiencia solo protege si se combina con autoconocimiento y prudencia. Rodar sobre dos ruedas a los 50, 60 o 70 años no es una rareza: es una demostración de equilibrio, sensatez y pasión.

Hazte tus revisiones, equípate bien, adapta tu estilo de conducción y sigue disfrutando del asfalto con cabeza. La edad suma kilómetros de experiencia, no motivos para frenar.

Lecturas recomendadas

DGT – Las principales cifras de la siniestralidad vial en España 2022
Informe oficial con datos desglosados por edad, tipo de vehículo y causas de accidente.

FESVIAL – Estudio de perfiles, riesgos y siniestralidad de motocicletas ligeras
Análisis detallado sobre hábitos, errores más comunes y perfil de los motoristas españoles.

PMSV – Plataforma Motera para la Seguridad Vial
Información sobre campañas, formación post-carnet y programas de seguridad específicos para motoristas.

Revista DGT – Siniestralidad 2023: balance y tendencias
Evolución de la siniestralidad motera y edad media de los motoristas implicados.

Alberto Sánchez
Alberto Sánchezhttps://masmoto.es
Motorista los 365 días del año, llueva, nieve o haga sol. Obsesionado con la Seguridad en Moto y un apasionado de las motos Naked y Trail. ¿Me acompañas en este viaje?

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